Sedentarismo puro (o de como caer, caer y caer)
Sed sedentaria quebrándote un pie durmiendo
Colmo de pereza si lo haces
pensando
Una de las más bostezadas conversaciones tendida frente a una foto
Nulas acciones con sólo imaginarlas
Me sabría idiota reconociéndome ante
una puerta
Más inútil que un muro en un sitio eriazo
Y para peor
Visulizarme inanimada en el océano batiente
Bastarda
Derrotada
Bestia durmiente abominable
Hay que reconocerlo: no soy precisamente lo que se conoce como una persona atlética, no practico deporte alguno y cuando subo una escalera suelo cansarme al tercer peldaño... ¿eso es muy malo? El problema pasa cuando me caigo. Y no es precisamente que me caiga una vez, son innumerables ya las lesiones que mi cuerpo ha resistido, entre esguinces, desgarros, torceduras, fracturas, tendinitis... ¿qué onda yo? Una vez le pregunté a mi mamá si esto será consecuencia de que no fui concebida con amor, a lo cual ella respondió riéndose que no le echara la culpa a ella; minutos después recordó que al nacer ya tuvieron que discutir los médicos si debían dejarme hospitalizada para enyesarme uno de mis tobillos. Creo que es parte de mi ADN, vengo destinada a caer una y otra vez o peor que eso, hacerme daño a mi misma sin moverme siquiera. La última de mis caídas fue de lo más ocioso y fue precisamente lo que motivó el escrito anterior: durmiendo, dándome vuelta de un lado al otro para acomodarme en la cama. Esa, unida al esguince que me hice caminando en un terreno plano, en la fractura bajando una escalera, la posición invertida que debía terminar en voltereta y al final fue un esguince cervical. Hay peores, las que por muy fantásticas e increíbles no terminan en nada, pero sí es terrible la catástrofe alrededor: como traspasar un ventanal de 5mm de grosor, quebrarlo completamente con la frente, atravesarlo y que ni un solo vidrio tocase mi piel. Lo que siempre he envidiado de los gatos es que ellos caen, desde alturas abismantes y logran caer en sus blandas patitas sin resultar dañados. Mi debilidad es que al girarme en el aire siempre salgo con un recuerdo que me deja inmovilizada...
Pero después de tantas caídas, al menos me queda el consuelo de que también tengo más de una vida.
Tan pequeña es, tan frágil es...
Colmo de pereza si lo haces
pensando
Una de las más bostezadas conversaciones tendida frente a una foto
Nulas acciones con sólo imaginarlas
Me sabría idiota reconociéndome ante
una puerta
Más inútil que un muro en un sitio eriazo
Y para peor
Visulizarme inanimada en el océano batiente
Bastarda
Derrotada
Bestia durmiente abominable

Pero después de tantas caídas, al menos me queda el consuelo de que también tengo más de una vida.
Tan pequeña es, tan frágil es...