Mi gato murió... su nombre nunca importó

Monday, September 25, 2006

Sedentarismo puro (o de como caer, caer y caer)

Sed sedentaria quebrándote un pie durmiendo
Colmo de pereza si lo haces
pensando
Una de las más bostezadas conversaciones tendida frente a una foto
Nulas acciones con sólo imaginarlas
Me sabría idiota reconociéndome ante
una puerta
Más inútil que un muro en un sitio eriazo
Y para peor
Visulizarme inanimada en el océano batiente
Bastarda
Derrotada
Bestia durmiente abominable



Hay que reconocerlo: no soy precisamente lo que se conoce como una persona atlética, no practico deporte alguno y cuando subo una escalera suelo cansarme al tercer peldaño... ¿eso es muy malo? El problema pasa cuando me caigo. Y no es precisamente que me caiga una vez, son innumerables ya las lesiones que mi cuerpo ha resistido, entre esguinces, desgarros, torceduras, fracturas, tendinitis... ¿qué onda yo? Una vez le pregunté a mi mamá si esto será consecuencia de que no fui concebida con amor, a lo cual ella respondió riéndose que no le echara la culpa a ella; minutos después recordó que al nacer ya tuvieron que discutir los médicos si debían dejarme hospitalizada para enyesarme uno de mis tobillos. Creo que es parte de mi ADN, vengo destinada a caer una y otra vez o peor que eso, hacerme daño a mi misma sin moverme siquiera. La última de mis caídas fue de lo más ocioso y fue precisamente lo que motivó el escrito anterior: durmiendo, dándome vuelta de un lado al otro para acomodarme en la cama. Esa, unida al esguince que me hice caminando en un terreno plano, en la fractura bajando una escalera, la posición invertida que debía terminar en voltereta y al final fue un esguince cervical. Hay peores, las que por muy fantásticas e increíbles no terminan en nada, pero sí es terrible la catástrofe alrededor: como traspasar un ventanal de 5mm de grosor, quebrarlo completamente con la frente, atravesarlo y que ni un solo vidrio tocase mi piel. Lo que siempre he envidiado de los gatos es que ellos caen, desde alturas abismantes y logran caer en sus blandas patitas sin resultar dañados. Mi debilidad es que al girarme en el aire siempre salgo con un recuerdo que me deja inmovilizada...

Pero después de tantas caídas, al menos me queda el consuelo de que también tengo más de una vida.

Tan pequeña es, tan frágil es...

6 Comments:

  • At 4:26 PM, Blogger Mica said…

    jajajajajajjajaja
    jajajajaj

    ajajajja

    Wena Jenny!!

     
  • At 8:33 PM, Blogger milemociones said…

    hermosa

    si

    olvidé decir quien soy

    jajaja

    la Dani

    de Historia

    jajaja

    gracias por lo de escribir bello



    .

     
  • At 6:30 AM, Blogger El Caído said…

    ... Pero después de tantas caídas, al menos me queda el consuelo de que también tengo más de una vida....

    Está genial el final... Lindo post...

     
  • At 4:30 PM, Blogger Connor Riley said…

    Las caídas son las que nos hacen fuertes después de todo... ¿o acaso no sientes ya que sabes un poco más, que puedes aguantar un poco más, que puedes dar un poco más?

    Lo importante no es tu nombre ni olvidar, lo importante es saber levantarse con orgullo tras tus continuos costalazos físicos, y con una lección y más fuerza tras los costalazos emocionales.

    Ahora yo aprendo de mi propia caída...

    No me levantes, yo puedo solito...


    Cuídate!!!!

     
  • At 12:24 AM, Blogger sYcOnAtX said…

    uf, yo recuerdo muchas de esas caidas físicas, metias la pata en cada lugar!

    Lo de los gatos, no siempre es cierto, tal vez ni lo recuerdes, pero cierta vez encontre un gato caido del techo en mi casa, el que lamentablemente... usó la decima y XXXXX------------
    Bue, eso ha sido de lo mas extraño de mi vida, y recuerdo haberte mostrado un texto muy freak que escribi la noche anterior al episodio...

    Pero si de caer se trata, yo prefiero decir:

    "entre una estrella y dos golondrinas" y empezar alucinante la caida.

    te kelo muxo y tengo ganas de verte, pajarita

     
  • At 7:40 AM, Blogger Alexis de Ponson said…

    Cómo olvidar el vidrio de las Aulas Lassen o la escalera de la antigua Feuc de Casa Central... Para todo lo demás existe Master Card.

    Cuide sus pasos amiga, mire que uno nunca sabe cuando una banca cobre vida y se cruce en su camino o a algún escalón le de por bailar perreo chacalonero y la haga rodar por las escaleras... jajaja.

    No te mando saludos porque siempre te veo... wen post autobiográfico.

    Nos estamos leyendo

     

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