Mi gato murió... su nombre nunca importó

Monday, March 19, 2007

La buena estrella...

Hace muchos años que leo la baraja española.
Es todo un ejercicio: Me instalo con un pañuelo, un vaso de agua y en ocasiones la vela y el incienso. Y me lanzo...

Hoy tuve una consulta a domicilio.

Estresante.


El problema es ése: ¿Qué decirle a una persona? ¿Aquello que quiere escuchar y hacerla sentir bien?

En el caso de hoy, sentí que muchas veces tu interlocutor está esperando que le digas algo que reafirme sus propias inseguridades. Y en el caso de que las cartas te muestran un camino que no va con sus planes... carajo!

Pero, para qué?

Yo antes, creía fielmente en el tema de horóscopos, cartas astrales, sueños, cartas, números y todas esas cosas. Ya no más
Lo hago al final por amor al arte. Ni siquiera es una entrada de dinero.

Pero me cuestiono, por qué estamos tan necesitados de respuestas y nos quedamos en eso, cuando sentados esperando la vida no nos va a cambiar.

Quizás por eso ya no creo tanto.

Porque comencé a ser feliz no porque me anunciasen la llegada "de un hombre castaño de buenas intenciones".
Comencé a ser feliz cuando supe que podía amar.
Comencé a ser feliz cuando aprendí a sonreír.
Comencé a ser feliz como en estas mañanas que desperté al lado de quien me ama y me hace sonreír.

Y fue tanto el tiempo en que me compliqué y que nadie podría haberme dado la fórmula y que nadie lo adivinó porque yo debía vivirlo, así como lo hago ahora.

Aunque a veces, confieso, pongo platillos de miel por toda la casa y prendo velas de colores para pedir un deseo.

Pido continuar siendo tan feliz.

Friday, March 09, 2007

Sequía goleadora

No es una vez, han sido varias, en que me hallo frente al computador y veo como las horas pasan tan rápido y se acerca el plazo fatal y el cursor parpadea en la pantalla, como diciéndome "Y...???".

No puedo.

Juro que lo intento, pero es como si precisamente, en los momentos en que más lo necesito se me va la inspiración.

Ya bebí una taza de té; no puedo fumar en esta habitación, pero no me han desesperado los deseos, me he paseado, he escrito palabras sin sentido, pero no lo logro: Es como si a propósito las palabras se me escapasen y no soy capaz de encuadrar mis pensamientos y hacer algo coherente, lo que sea, pero que de una vez se terminen la responsabilidad de una entrega.

Quiero que se me acabe de una vez este momento. Son tantos días pegada con una idea. Y no logro concretar. Mi mala racha me impide meter el gol...

¿Dónde se me fueron las frases? ¿Cómo articular una tesis contundente?

Lo único que sé es que me duele la espalda, se me acaba la paciencia y el sueño me vence al escuchar cómo en esta casa todos pueden dormir... mas yo no.

No hasta que sea capaz de poner el punto final de lo que aún no concluyo.